30th Sunday of Ordinary Time Year A

Reading I: Exodus 22:20-26
Responsorial Psalm: 18:2-3, 3-4, 47, 51
Reading II: 1 Thessalonians 1:5c-10
Gospel: Matthew 22:34-40

 

 

Spiritual Reflections on Sunday’s Readings (Lectura En Español)

 

Look What Love Is Doing

Kids go through grade school and high school with important questions to face. Am I “in” with the crowd? Can I could hold my own against the bullies, can I get along with girls, can I get along with the boys, did I wear the right clothes, am I cool enough? These are obviously more important and more crucial than anything else in their lives.

I suppose this was the case in my own life, and I guess it was the reason I did not think much about the place of “love” in the overall scheme of life.

Of course, who “thinks” when they are in high school?

Then as a college freshman I had Fr. Robert Boyle, SJ, for English literature. He was a great teacher, without question, and one proof of his greatness lay in a statement he often made:

In a work of literature,
if you want to know what is happening,
look what love is doing.

Look at what love is doing!

“What?” my barely 18 year old self gasped.

I had never known explicitly that love was such a big deal. I thought it was something that parents have for you, and tell you about it over and over. Could it really be the key to plays, poems, novels, short stories and all other literature? The key to humanity? Ulp. I had better pay attention.

We went through Shakespeare, Hopkins, Joyce, Keats, Milton, and I can’t remember how many more. The clouds parted and I began to see Boyle’s point: characters’ lives do center around something called “love,” or else its opposite. Try it out when you read your next serious novel or short story.

Oh, and what about love in your own life?

Have you discovered that love is quite a bit more than pretense, more than an ideal, more than just a thing we crave from others, and certainly more than just pleasure? Have you seen that learning to love is the very air inhaled by such everyday importances as work, relaxation, attractions, happiness? Without love’s living atmosphere none of these could breathe, nor could we.

In Sunday’s Gospel Jesus says this in no uncertain terms.

You shall love the Lord, your God,
with all your heart,
with all your soul,
and with all your mind. …

You shall love your neighbor as yourself.
The whole law and the prophets
depend on these two commandments.

  We might exclaim (as I did in college) simply, “What?” We thought that law consisted of commands placed upon us from the outside, rules whose violation would bring on punishment! What is this about law depending on love?

Well, take a look.

God does not fail at love. God waits. God says, “how wonderful that you are learning!” God says, “I love every person on earth. And you: you are my beloved. I am at your side as you learn to open to me and to others.”

You and I do not judge ourselves as successful in this very often, so we need laws to help us. But the root of law and of life is love of others. It is loving concern under God for human persons. Ultimately it is an imitation of God’s love for us.

  “Look what love is doing”


 

 

 

Santo Nombre Iglesia Católica Lecturas del pastor Reflexión -29 de octubre de 2023

 

 

Domingo 30 del Tiempo Ordinario Año A

 

 

Primera lectura: Éxodo 22:20-26
Salmo responsorial: 17:2-3a, 3bc-4, 47 y 51ab
Segunda lectura: 1 Tesalonicenses 1:5c-10
Evangelio: San Mateo 22:34-40

 

Espiritualidad de las Lecturas

 

Observen lo que hace el amor

Durante sus años en la escuela primaria y secundaria, los niños tienen que enfrentar algunas cuestiones muy importantes.

¿Soy de veras popular? ¿Me puedo defender contra los acosadores? ¿Me llevo bien con las muchachas/los muchachos? ¿Llevo la ropa adecuada? ¿Y el sexo? Y muchas otras cosas. Estas preguntas son, en esa época de la vida, obviamente más importantes que cualquier otro asunto en la vida.

¿Quién “piensa” durante la escuela secundaria? Yo casi nunca pensaba en el papel del “amor” en la vida de una persona.

Entonces, en mi primer año de la universidad, tomé un curso de literatura inglesa con el Padre Robert Boyle, SJ. El era, sin duda alguna, un gran profesor. Sólo un ejemplo de eso era algo que él nos repetía: “Si quieren saber lo que pasa en una obra literaria, observen lo que hace el amor.”

Observen lo que hace el amor.

“¿Cómo,?” decía yo, a mis 18 años de edad. “Yo no sabía que el amor fuera para tanto. Creía que era algo que los padres te tienen naturalmente, y del que te cuentan siempre. ¿Podría ser realmente la clave a las obras de teatro, los poemas, las novelas, los cuentos cortos y la literatura? ¿Podría llevarnos a ver el significado de la humanidad? Huy. Más vale que ponga atención.”

Estudiamos las obras de Shakespeare, Hopkins, Joyce, Keats, Milton, y muchísimos más. Por fin las nubes comenzaban a abrirse, y yo empecé a ver que Boyle tenía razón: las vidas de los personajes se centraban en eso que llamábamos “el amor.”

Hazlo la próxima vez que leas una buena novela o cuento corto. ¿Cuáles de los personajes actúan tomando en cuenta a los demás, y cuáles no? ¿Qué pasa a consecuencia de eso?

Y: ¿qué papel juega el amor en tu propia vida?

De nuevo, huy. ¿Has descubierto que el amor es muchísimo más que fingimiento, más que un ideal, más que una cosa que deseamos de los demás, y desde luego mucho más que el placer? ¿Has visto que aprender a amar es el aire que da vida a nuestras actividades cotidianas más importantes, como son el trabajo, el descanso, la felicidad? Sin el aire vital del amor, ninguno de ellos podría respirar, ni nosotros tampoco.

En el Evangelio para este domingo, Jesús dice lo mismo sin dejar lugar a dudas:

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.

Amarás a tu prójimo como a ti mismo

Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.

“¿Cómo?”, podríamos responder (así como yo respondí cuando era joven). Yo pensaba que la ley consistía en normas impuestas desde afuera sobre mí, y que si no cumplía con ellas sería castigado. ¿Qué quiere decir que el amor sostiene la ley?

Observemos.

El amor de Dios no falla. Dios espera. Dios dice, “¡qué bien que estás aprendiendo!” Dios dice, “Amo a todas y cada una de las personas de la tierra. Y tú–tú eres mi bienamado. Estoy a tu lado mientras aprendes a abrirte hacia mí y hacia tus prójimos.”

¿Tú y yo somos capaces de hacer esto? Pues, necesitamos que la Ley nos ayude. Pero la raíz de la Ley y de la vida es el amor al prójimo. Es el amor y el cuidado, bajo Dios, por todas las personas. A fin de cuentas, esto es una replicación del amor de Dios por nosotros.

“Observen lo que hace el amor.”